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El consejero bíblico


Instruyendo a nuestros hijos sobre temas espirituales / Continuación

... cosas sólo oscurecen la verdad.

Es lamentable que el lenguaje que con más frecuencia se utiliza en el evangelismo infantil sufra este defecto.

Le decimos a los niños: «Invita a Jesús que entre en tu corazón». ¡Qué niño no piensa en una tarjeta de San Valentín dibujada con un corazón rojo y una pequeña puerta! Sería mucho más fácil explicarles que la fe es confianza total, rendición incondicional. La mayoría de los niños puede captar estos conceptos con más facilidad que entender la metáfora de la puerta del corazón.

Los pensamientos de los niños se conforman con fantasías gráficas. Cuando hablamos por ejemplo, de un corazón ennegrecido por el pecado, la visualización del niño es bastante literal. Preguntemos a un grupo de niños qué significa una canción con simbolismo, y nos daremos cuenta cuán literal es su forma de pensar.

No tiene nada malo el uso de simbolismo o el lenguaje metafórico para la ilustración de verdades para los niños. Hay muchas historias excelentes, fábulas y cuentos de hadas para niños que demuestran lo efectivo que resulta ser la alegoría. Pero todo simbolismo debe ser explicado cuidadosamente. Los niños más pequeños especialmente, no tienen la capacidad para interpretar el lenguaje metafórico sin ayuda.

3. Separemos con claridad la realidad de la fantasía.

Los niños hoy día son asediados con fantasía y engaño. La televisión, los super-héroes y los juguetes de fantasía han alcanzado niveles de popularidad sin precedentes. Hasta el curriculum de las Escuelas Dominicales satura a nuestros niños con una gran dosis de fantasía. Algunos de los mejores materiales disponibles incluyen historias de animales salvajes personificados y otras criaturas imaginarias.

No hay nada necesariamente malo con esta propuesta. La fantasía puede ser una herramienta legítima y valiosa para la enseñanza. Pero no descuidemos hacer una clara distinción entre realidad y fantasía. Si la lección incluye un cuento de historieta junto con la historia de David y Goliat, asegúrense que los niños sepan cuál es ficción y cuál realidad.

No me olvidaré nunca la conversación que tuve hace algunos años con una niña de cuatro años. Su programa favorito de televisión era «El increíble Hulk». David Banner, el personaje que se transforma en Hulk cuando se enoja, era el único David que para ella existía. Permaneció sentada en la Escuela Dominical durante toda la lección pensando de que éste era el ...

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