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El consejero bíblico


Once características de un ministro de Cristo excelente / Continuación

... que exige una vida entera para comprender su riqueza. Es imprescindible comprometernos al estudio, la comprensión y la presentación de la Palabra de Dios.
3. Evita la influencia de la enseñanza profana
«Desecha las fábulas profanas y de viejas» (v 7). La palabra fábulas es una traducción de la palabra griega muthos, de la cual viene la palabra mito. 2 Timoteo 4:4 informa que algunos «apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas». La verdad y las fábulas son opuestas. El cristiano debe ser alimentado por la verdad y rechazar lo que se le opone.
4. Se disciplina en la piedad personal
La piedad es crítica en el ministerio. No se trata de cuán inteligente es usted o qué bien se comunica con la gente. Lo que sí importa, en cambio, es si conoce la Palabra de Dios y está viviendo piadosamente. El ministerio es un resultado de esta clase de vida.
1 Timoteo 4:7 dice: «Ejercítate para la piedad». La palabra gimnasio viene de la palabra griega traducida ejercítate. Se refiere a los que se ejercitan en lo atlético. Implica el entrenamiento riguroso, sacrificado. Es un proceso continuo.
El ejercicio físico nos da poco provecho (v. 8). En contraste, «la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente y de la venidera». La santidad es provechosa no solamente para el cuerpo sino también para el alma. El beneficio de la disciplina espiritual es una vida completa, bendecida por Dios, fructífera y útil. Las bendiciones de la santidad son para la eternidad.
5. Comprometido a trabajar duro
Luego de llamarnos a la piedad, Pablo nos baja de las nubes. El ministerio es una búsqueda celestial, pero también es una tarea terrenal. Es trabajo duro. «Por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios» (v. 10).
Pablo trabajaba duro porque sabía que su esfuerzo tenía recompensas eternas ?tenía en cuenta la recompensa para él y la posibilidad de cambiar el destino de los no creyentes. Esa es la perspectiva que motiva al siervo de Dios.
«Trabajar» (del griego kopiao) significa «trabajar hasta el punto de estar agotado». «Sufrir oprobio» (gr. agonizomai) significa «agonizar en una lucha». Luchamos hasta el punto del agotamiento, estando exhaustos, muchas veces doloridos, porque comprendemos nuestros objetivos eternos.
En 2 Corintios 11:24-27, Pablo habla de las muchas veces que fue castigado con varas y con látigo, cuando sufrió cansancio, dolor, agonía, y naufragios. Sufrió todos esos peligros porque estaba totalmente ...

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