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El consejero bíblico


La Palabra de Dios en el ministerio de aconsejar parte 2 / Continuación

... está interactuando con todo lo que sucede a su alrededor; y si su corazón no está controlado por Dios, el aconsejado no habrá de responder a las circunstancias de la manera ordenada por Dios. Por ejemplo, según el apóstol Santiago la causa del conflicto humano son los deseos que batallan en el corazón (Stg. 4:1). En razón de estos deseos allí arraigados, los seres humanos están en guerra unos con otros. Es crucial que el aconsejado reconozca y admita los pensamientos y las intenciones de su corazón ya que en base a esto se genera la respuesta a la vida. ¿De qué manera la tarea específica para el aconsejado se basa en la doctrina del pecado?
Yo le pedí a María que escribiera un diario de sus conversaciones con Diego. Le dije que lo hiciera durante varias semanas. Yo sabía que el enojo sería uno de los temas recurrentes, y estaba en lo cierto. Cuando leí el diario, marqué con rojo todos los lugares donde se evidenciaba enojo. Había color rojo en todo el diario. Y mientras María escribía su diario, le asigné como tarea que estudiara Ezequiel 14:1-5, Lucas 6:43 y sig., y Santiago 4. Mary comenzó a ver su corazón, comenzó a ver el enojo que regía su vida y la manera en que ese enojo moldeaba su comportamiento hacia Diego.
Un diario cuidadosamente planeado y organizado, unido a tareas bíblicas sobre el corazón, obrará para que la preocupación del aconsejado sea asumir responsabilidad por un cambio fundamental y de raíz. Obrará para corregir las falsas creencias culturales sobre la causa del problema del aconsejado, y atravesará la ceguera causada por el engaño del pecado.
El pecado es identificado a la luz de las alternativas: rectitud, pacificación, amor, obediencia, resolución de problemas. María se apega al evangelio de Cristo, y a medida que identifica lo que está mal (lo abandona), también comienza a ver lo que Dios quiere que ella haga (lo incorpora a su vida). La tarea se vuelve específica y tiene que ver con la pacificación: búsqueda de perdón, aprender a confrontar en amor y humildad, hechos de amor tangible aun cuando el prójimo actúe como un enemigo. La tarea se convierte en la ocasión para planear las «buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas» (Ef. 2:10) en situaciones particulares. Nuestra doctrina de pecado requiere una tarea que lleve a los aconsejados a repensar la manera en que entienden sus problemas, y luego los conduzca a cambios específicos en la vida.

5. La doctrina de la santificación ...

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