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El consejero bíblico


Amando a los niños / Continuación

... dar abrazos, aunque ciertamente los incluye en abundancia. A menudo el niño que más necesita amor es el que pasamos por alta. Muchas veces les digo a las madres que tienen problemas con uno de sus hijos que cada vez que pase el niño cerca de ellas lo agarren y le den un abrazo y un beso. Los niños menores (y los mayores también) necesitan amor y afecto en grandes cantidades. A veces el mal comportamiento es una forma de llamar la atención, ya que el niño piensa que aún la atención negativa es mejor que la falta de atención.

A los hijos mayores generalmente se les da responsabilidad antes que los hijos menores debido a las necesidades del momento. Al cuidar de los pequeños, sin embargo, los mayores no deben ser pasados por alto. Todavía necesitan afecto y apoyo. Las madres se pueden sentir muy incapaces y, al pensarlo seriamente, realmente lo son. ¿Quién está bien preparado para satisfacer las exigencias diarias de ser madre? Los supermercados son buenos lugares para observar cómo las madres cumplen con sus responsabilidades sin gracia. Los niños son mantenidos en línea por medio de gritos, son ignorados, o se les da todo lo que piden. Las madres cristianas tienen recursos sobrenaturales para llevar a cabo las responsabilidades que Dios les ha dado. Aunque muchas veces ignoran estos recursos celestiales, pronto se dan cuenta de cuánto necesitan la ayuda de Dios: el amor, la paciencia, la bondad, y el control propio son muy necesarios todos los días.

Si usted se ha sentido abrumada por sus responsabilidades, entréguele a Él todas sus preocupaciones. Si le ha sido difícil amar a uno de sus hijos (o incluso a todos ellos), comience a buscar soluciones espirituales. Confiese su amargura, su resentimiento, su espíritu crítico, su falta de habilidad de perdonar, su falta de amor. Comience a orar por su hijo y busque formas específicas de servirle. También busque soluciones prácticas.
Nadie quiere abrazar a un niño que huele mal. Mantenga a sus bebés limpios, peinados, y con buen olor. Somos humanos, y debemos comprender nuestras propias limitaciones. Simplemente es más fácil amar y ministrar a los niños cuando están limpios y bien peinados.

A los niños mayores que se pueden sentir aislados cuando están rodeados de niños pequeños, deles privilegios especiales además de responsabilidades. Llévelos a un lugar que les agrada a ellos. Tenga una cita personal con su hijo. Pasen tiempo juntos. Permítales ir a la cama más tarde para que ...

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