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El consejero bíblico


El sexo tiene su lado positivo / Continuación

... que uno se regocije con el cónyuge.

El verso 19 habla del juego previo a las relaciones íntimas, de su valor y de la importancia de no apurarse en el acto sexual. En las versiones modernas de la Biblia, los expertos han decidido que es mejor traducir «caricias» (versión Reina Valera) como «pechos». Entonces, en lenguaje gráfico Dios dice que los pechos de la esposa deben satisfacer al esposo en todo tiempo. El verso termina con el mandamiento--sí, es una orden--de que los esposos se deben recrear en el acto sexual. La palabra «recréate» significa embriagarse o excitarse hasta el frenesí. Se refiere al clímax sexual--el orgasmo. Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que es voluntad de Dios que los esposos se embriaguen sexualmente. No hay conflicto alguno entre la espiritualidad y el gozo en el lecho matrimonial. No es mi intención justificar las actitudes de los hombres que leen ciertas revistas que aumentan el apetito sexual, sino que creo, sencillamente, que debe haber variedad, diferentes maneras de mostrar el amor.

Entonces, no es cierto que el sexo tenga como único propósito la procreación. No es cierto que las relaciones sexuales sean solo para gozo del hombre mientras la mujer aguanta. No es cierto que no se deba gozar del sexo después de completar la familia, ni que las relaciones sexuales pertenecen solamente a la época de juventud. No es cierto que no se pueda ser creativo ni valerse de varias posiciones en el acto sexual. No es cierto que para ser espiritual uno necesite abstenerse de tener relaciones sexuales, o reducirlas al mínimo posible.