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El consejero bíblico


Cómo dar y recibir críticas / Continuación

... palacio y dijo, «Amigo, tú eres un adúltero, un tramposo, has fallado y eres un asesino». Pudo haberlo dicho y hubiera estado en lo cierto. Pero el Espíritu Santo guió a Natán a que le hablase, como si fuera la historia de otra persona y así preparar el corazón del rey.
Conforme Natán hablaba, David se ponía más furioso con el hombre de la
historia, tanto así que lo interrumpió y le dijo que ese hombre merecía la pena de muerte. David no comprendió el significado de las acciones de ese hombre y por lo tanto no se dio cuenta que él había hecho lo mismo con Betsabé. Natán se aseguraba que David entendería cuando dijo «Tú eres ese hombre» (2 Samuel 12:7).

Recuerde, David era el Rey. Natán era un simple profeta. Era muy arriesgado corregir a un rey. Natán pudo haber perdido su cabeza. Seguir en sus propios asuntos hubiera sido más fácil para él, pero Natán obedeció a Dios.
Vivimos en una sociedad donde muchas veces dejamos caer algunas indirectas, las cuales mas bien irritan a la otra persona, y esperamos que la otra persona comprenda la indirecta y cambie. No vamos donde una persona y le decimos «Tú eres ese hombre». Nos parece que el riesgo es demasiado grande, y podemos perder una amistad.
Sin embargo no es tan traumático dar y recibir críticas, si las hacemos con el amor y el poder del Espíritu Santo. Casi pasa desapercibida la corrección, pues la relación entre el que recibe y el que da la corrección está guiada por el Espíritu Santo. Debemos hablar la verdad con amor (Efesios 4:15), en tal forma que evite toda confrontación o resentimiento, con palabras que toquen corazones deseosos de aprender.
Me gusta comenzar con la frase «¿Alguna vez has pensado que??» en un sentido es casi como pedir permiso a la otra persona para abordar un tema.
Las amigas que más quiero y respeto son aquellas que me han corregido con amor. Mi mejor amiga me corrige, pero a la verdad no podría decirles cuándo fue la última vez que lo hizo, pues lo hace de tal forma que ni me doy cuenta. Gozamos de una mutua confianza así es que ella no tiene que ser dura para atraer mi atención.
Para dar una crítica con amor es importante esperar a que primero Dios suavice nuestros propios corazones, hasta que lo hayamos pensado detenidamente y a fin de que no estemos hablando con resentimiento sino en el poder del Espíritu Santo.

Algunas veces las razones por las cuales damos una crítica destructiva son porque dejamos pasar meses ...

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