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El consejero bíblico


La raíz y el manejo de conflictos en la iglesia / Continuación

... por el tipo de sabiduría que estos hayan adoptado.
Para llamar a los lectores a reflexionar, hay una pregunta retórica: ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? (3:13). Sabio es aquel que tiene sabiduría, y posiblemente en la forma de pensar de los lectores sabio era uno que tenía gran conocimiento. Entendido es uno que es inteligente, que conoce bien, que es sabedor de las cosas. Obviamente la gran mayoría de los judíos, aun los judíos cristianos, creían que entraban perfectamente en estas categorías de hombres sabios y entendidos.
Es en este punto donde Santiago presenta una demanda; el que se considera sabio y entendido: Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre (3:14). El verbo griego original que aquí se traduce "muestre", está en tiempo aorista y modo imperativo, lo que según la gramática griega da a entender que la acción de demostrar no había sido iniciada. Esta demostración de obras que debía ser iniciarse, a su vez debería proceder de una buena conducta. La preposición que se traduce "por", indica la fuente de procedencia. Esa fuente es la buena conducta o manera de vivir. La idea del autor es que la buena conducta debía resultar en obras que debían ser mostradas en sabia mansedumbre.
Esta última expresión -sabia mansedumbre- indica la actitud con que esa demostración debía ser realizada. Literalmente, "mansedumbre de sabiduría", dando a entender que se refiere a la mansedumbre que viene con la sabiduría. Resumiendo todo, Santiago dice que el que fuera sabio y entendido debía exhibir, como resultado de la buena conducta, sus obras con la actitud normal de mansedumbre que pertenece a la verdadera sabiduría.
Pero esta no era la realidad que vivían esos creyentes, pues Santiago declara: Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestros corazones... (3:14). Este tipo de oración condicional en griego se usa cuando el autor quiere expresar una condición que ya existe. Santiago sabía de la existencia de celos y contención en sus interlocutores, y está denunciando una situación real. Coincide con la enseñanza del Señor Jesús de que las pasiones pecaminosas nacen y salen de corazón (Mr. 7:21-23).
La expresión "celos amargos" habla de algo que es áspero y que produce heridas y molestias. La palabra contención indica la existencia de ambición personal, egoísmo y un deseo de buscar lo suyo propio por encima de lo de los demás, algo que produce rivalidad en el corazón.
Dado que estas pasiones existían ...

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