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El consejero bíblico


Me he arrepentido pero no puedo olvidar el pecado? / Continuación

... perdonaste! Toda mi culpa desapareció» (Salmo 32:1-5).

La Biblia nunca minimiza la gravedad del pecado ??es serio, el pecado causó la muerte de Jesús?? sino magnifica la gracia de Dios para perdonar los pecados. Note el contraste en las siguientes palabras de Pablo. Primero las malas noticias: «¿No se dan cuenta de que los que hacen lo malo no heredarán el reino de Dios? No se engañen a sí mismos. Los que se entregan al pecado sexual o rinden culto a ídolos o cometen adulterio o son prostitutos o practican la homosexualidad o son ladrones o avaros o borrachos o insultan o estafan a la gente: ninguno de ésos heredará el reino de Dios» (1 Corintios 6:9-10).

Ahora las buenas noticias: «Algunos de ustedes antes eran así. Pero fueron limpiados; fueron hechos santos; fueron hechos justos ante Dios al invocar el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios» (1 Corintios 6:11).

A pesar de estos hechos tan maravillosos, ¿por qué el recuerdo de un pecado sigue persiguiendo a un creyente? A pesar de todos los pasajes maravillosos sobre el perdón de Dios, mucha gente se deprime al recordar lo que ha hecho. ¿Por qué? Propongo seis motivos por los cuales (que) muchos creyentes no pueden olvidar un pecado.

1) Algunas personas no entienden lo que es el perdón de Dios. Piensan que ellos mismos deben pagar o castigarse para ser digno de ese perdón. No entienden que el castigo justo de Dios cayó sobre Jesús, por eso no tenemos que sufrir el castigo de nuestros pecados. 1 Juan 2:1 explica: «Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero, si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo. Él mismo es el sacrificio que pagó por nuestros pecados, y no sólo los nuestros sino también los de todo el mundo» (1 Juan 2:1-2). No es necesario ni posible purgar sus propios pecados.

2) Para otras personas el motivo por el cual recuerdan un pecado es que no han terminado con el asunto; falta otro paso. Falta perdonar, falta escribir una carta, falta hacer un llamado, falta devolver algo o hablar con alguien. Hay todavía algo pendiente, por eso, a pesar del perdón de Dios, la culpa continúa. Generalmente la persona en cuestión sabe lo que tiene que hacer.

3) Un tercer motivo que ciertas personas no pueden olvidar un pecado ya perdonado es que la persona no ha cambiado, es decir, dadas las mismas circunstancias sucedería ...

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