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El consejero bíblico


Me he arrepentido pero no puedo olvidar el pecado? / Continuación

... nuevo. Esa persona ha confesado el pecado pero no ha dado los pasos necesarios para que no (se) reincida en el pecado. En este caso, la persona tiene que tratar con todos los factores contribuyentes que fueron usados por Satanás para concebir el pecado en su vida. Una vez tratados todos los factores que alimentaron el pecado, podrá vivir con la paz de Dios. Es probable que necesite la ayuda del pastor u otra persona madura de la iglesia para poder tratar con dichos factores.

4) Para otras personas existen constantes recuerdos de su pecado. Esos bien pueden ser personas, lugares o aun sermones que provocan recuerdos amargos de su pecado. Algunas personas ni siquiera desean asistir a la iglesia por miedo a los mensajes. Si este es el caso, sugiero dos pasos. En primer lugar es vital emplear la memoria para recordar lo que Jesús hizo en la cruz. Conviene repasar todos los pasajes que tienen que ver con el significado de la cruz de calvario. En segundo lugar otro paso importante es enseñar a la siguiente generación a no hacer lo mismo.

5) Nunca debemos olvidar las acusaciones de nuestro enemigo. Uno de los nombres de Satanás es (el) diablo que significa «acusador». Apocalipsis 12:10 dice: «Pues el acusador de nuestros hermanos ?el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche?». Es inútil entrar a debatir con el diablo sino hay que señalar la cruz del calvario donde él fue derrotado. Colosenses 3:13-15 explica: «Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados [?] entonces Dios les dio vida con Cristo al perdonar todos nuestros pecados. Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz. De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz». Una de las marcas de la madurez espiritual es actuar según lo que la Biblia dice en vez de acuerdo a nuestros sentimientos. ¡El Diablo siempre apela a los sentimientos!

6) Otro motivo por el cual ciertas personas no pueden olvidar un pecado es el orgullo. La persona razona: «No puedo creer que yo siendo quien soy, pudiera haber hecho ese pecado. Entonces en vez de tratar con el pecado y cortar por lo sano, anda con rodeos y excusas. La solución es humillarse bajo la mano poderosa de Dios y confesar el pecado.

Al terminar conviene mencionar que no es necesario «olvidar» un pecado (casi imposible) sino entender que el perdón saca el veneno y el poder del ...

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