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El consejero bíblico


Carta a un alcohólico parte 1 / Continuación

... interiores de los seres humanos.
Cuando vamos a la Biblia para ver lo que dice sobre las bebidas alcohólicas, hay algo que es difícil debatir: la Biblia siempre afirma que la borrachera es pecado. La Biblia usa ilustraciones (Génesis 9:18-27; 1 Reyes 16:9), descripciones (Proverbios 23:29-35) y prohibiciones (1 Corintios 5:11; 6:9-10; Gálatas 5:19-21) para enfatizar que Dios declara que la borrachera va en contra de sus mandamientos. Nadie que toma en serio lo que dice la Biblia ha puesto en tela de juicio esta interpretación. Sin embargo, hay opiniones diferentes en cuanto a si borrachera en la Biblia en realidad se refiere al alcoholismo moderno o a la droga dependencia.
Para comparar estos dos conceptos, primero consideremos la definición moderna de alcoholismo o droga dependencia:
«Un patrón inadecuado en el uso de sustancias adictivas que lleva a un deterioro o a un peligro clínicamente relevante, tal como se manifiesta en uno (o más de) de los siguientes aspectos:
1. Uso repetido de sustancias adictivas, cuyo resultado es el no cumplimiento de obligaciones importantes en el trabajo, los estudios o el hogar.
2. Uso repetido de sustancias adictivas en situaciones en que resulta peligroso desde el punto de vista físico.
3. Recurrentes problemas legales en cuestiones relacionadas con sustancias adictivas.
4. Uso continuado de sustancias adictivas a pesar de tener persistentes o repetidos problemas sociales o interpersonales, causados o exacerbados por los efectos de la sustancia adictiva.
Ahora bien, ésta es la manera en que la Biblia describe la borrachera:
¿De quién son los lamentos? ¿De quién los pesares?
¿De quién los pleitos? ¿De quién las quejas?
¿De quién son las heridas gratuitas?
¿De quién son los ojos morados?
¡Del que no suelta la botella de vino ni deja de probar licores!
No te fijes en lo rojo que es el vino,
ni en cómo brilla la copa,
ni en la suavidad con que se desliza;
porque acaba mordiendo como serpiente
y envenenando como víbora.
Tus ojos verán alucinaciones,
y tu mente imaginará estupideces.
Te parecerá estar durmiendo en alta mar,
acostado sobre el mástil mayor.
Y dirás: «Me han herido, pero no me duele.
Me han golpeado, pero no lo siento.
¿Cuándo despertaré de este sueño
para ir a buscar otro trago?» (Proverbios 23:29-35, NVI)
¿Se da cuenta de que estas descripciones son prácticamente idénticas? La diferencia principal es ...

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